NUESTRA MADRE, así se presenta la Virgen María en San Nicolás de los Arroyos, no solamente como Madre de Dios, sino como Madre de Dios y Madre Nuestra.
Pero este no es un simple título, sino una realidad, ya que desde la Cruz, Nuestro Señor nos la dejó como Madre, y ella intercede por todos nosotros y nos conoce a cada uno de manera personal. Como nos dice en estos mensajes:
Mensaje 827 (18-03-1986):
Al ver a la Santísima Virgen le digo: Madre, perdón por decirte siempre así, pudiendote nombrar de tan distintas maneras.
Ella dice: Hija mía, Madre es el nombre que más feliz me hace, porque así me siento Yo. Soy la Madre confiada, en el poder y en el amor de Dios, esto hace que sea posible que pida al Señor, por todos los hijos, creyentes o no, por los pecadores y aún, hasta por los más arrogantes y poderosos, ya que por todos se conduele esta Madre. Amén, amén.
Mensaje 1372 (12-03-1988):
Mis amados hijos: Pido aquí como en Fátima, como en Lourdes, que los corazones se llenen de amor al Señor. Estoy aquí, Soy Madre de Jesús y Madre vuestra y como tal, sé de vuestras necesidades. Sé cuanto necesitáis de Mi Maternal Amor. Ligados a Mí, seréis alimentados debidamente. Alabado sea el Señor.
Pero, Su Misión no la hace como una mera obligación, sino con mucho Amor, como verdadera Madre de todos nosotros. Así lo manifiesta en estos mensajes:Mensaje 657 (03-09-1985):
Hija: siento a mis hijos, vivo en ellos. ¡Los amo tanto! Si entregaran sus corazones de tal forma, que sólo a Dios pertenecieran, herederos del Señor serían. Que oigan ésto. Amén. Amén.
Mensaje 836 (25-03-1986):
En la noche, en la Santa Misa en el Campito, luego de comulgar siento su voz que me dice: Hijos, miradme, bastará que lo hagáis para comprender, ¡cuánto os amo! Nadie se sienta excluido de este amor de Madre.
Así quiere ser tratada, como verdadera Madre de todos, ya que a nadie excluye de su Amor. Sólo se autoexcluye de su Amor, aquel que la rechaza o no le presta atención, lo cual le causa una gran pena pues a todos conoce y Ama como hijos suyos.
